viernes, 30 de diciembre de 2011

"El cerebro ético" de Michael S. Gazzaniga

Análisis de algunas cuestiones éticas a la luz de las neurociencias. Las actuales investigaciones en el ámbito de la genética que nos están dando las claves de nuestras características como especie humana, pone en jaque también todo lo relativo a la ética: si nuestros comportamientos, nuestras acciones dependen de la genética ¿dónde queda la libertad y nuestra capacidad de decisión?. En este libro Michael S. Gazzaniga nos plantea algunas cuestiones de bioética como el determinar que la vida tiene que ver con la actividad cerebral; asi nos planteamos problemas como el status moral del feto, de personas con determinadas enfermedades mentales como Alzheimer o lo que significa la muerte cerebral. Nosotros somos nuestro cerebro.
               Otros dilemas a los que nos enfrenta esta obra es la clásica disyuntiva entre herencia y cultura. Los genes nos configuran pero solo nos hacemos "personas adultas" en relación al ambiente y con nuestro entorno, el cual nos marca y sin el cual no seríamos lo que somos; por lo tanto la palabra es interacción y cadena de acontecimientos que modifica nuestra herencia genética. Sin embargo, ¿por qué  no mejorar nuestras destrezas cognitivas de manera artificial: con música, con hierbas, con fármacos...? ¿se hereda la inteligencia?
¿Quieren los padres que sus hijos sean más inteligentes? ¿hasta dónde llegarían?.
Si como parece ser, el 94% de nuestra inteligencia es heredada, ¿que papel juega en nuestras vidas "el libre albedrío" y la responsabilidad? ¿se puede seguir juzgando a la gente si es el cerebro el que determina nuestras acciones?. En esta obra, el autor defiende que más allá del mecanismo automático del cerebro, hay una conciencia interrelacional  y social, que se rige por leyes elaboradas por humanos, de las que depende nuestra convivencia, y por lo tanto, nuestra libertad.
                     Otro tema, sería la dimensión neurofísica de nuestras relaciones sociales: las "neuronas espejo". El papel de la mímica y la imitación en un intento de comprender los sentimientos de los demás. Leemos la mente y el lenguaje corporal: ¿somos empáticos u hostiles?. Nuestro entramado social tiene componentes genéticos y está regulado por nuestra genética . Conocer y manejar nuestros estados emocionales es el objetivo de toda la publicidad y los anuncios, de la política y de los dirigentes de cualquier empresa u organización.
¿Cómo mantenernos libres en este contexto de vida?.
                   Una última cuestión: ¿es la ética, unas cuantas reglas hechas a partir de las "neuronas espejo" para sobrevivir en grupo?
El autor de esta obra apuesta por la posibilidad de una Ética Universal, que nacería del hecho de que el ser humano es básicamente contextual y social, sensible a la emoción y orientado a la supervivencia, y todo esto desde una base neuronal y genética.